PANDEMIA
Son tiempos en los que la muerte
espera en lo más mínimo:
una mota de polvo,
una ráfaga de aire
o el aliento enamorado.
De nada sirve ocultarse.
El enemigo acecha,
invisible persigue su tributo,
su ración continua de carnaza.
Se cubrieron las sonrisas,
postergamos los abrazos,
suprimimos los roces,
anulamos los besos.
Despojados de toda afectividad,
recluidos en moradas solitarias,
perdemos día a día
el júbilo de los otros,
las manos que nos ensanchan,
las miradas que nos reflejan.
Hoy somos torpes criaturas
conscientes de su barro frágil.
Quizá en un mañana próximo
vuelvan a crecernos alas
y soñemos de nuevo
más allá de la débil materia
que sustenta nuestra estancia
en el mundo,
un mundo que no nos pertenece,
que solo nos tolera
mientras no le hagamos daño.
Isabel Martínez Barquero
Conocí a Isabel por su blog, El cobijo de una desalmada, nos leíamos, nos comentábamos, ella enseguida empezó a publicar novela, relatos, poesía y se convirtió en una de las escritoras actuales. En 2018 cerró el blog y seguíamos en contacto por Facebook y por mensajes personales.
Compartimos juntas algunas proyectos, como el programa de radio que hacía J. Miren Asteinza, leyó y comentó mi libro y publicamos un relato suyo en el nº 3 de ASCHEL .
En diciembre, Isabel Martínez Barquero escribió este poema. Pocos días después, anunció en su muro que tenía Covid. Ayer ( 9 de febrero ) supimos de su fallecimiento. La tristeza se va acumulando.
Cuanto lo siento, a pesar de tantas perdidas aun nos queda dolor, por lo menos tiene un nombre y tu le has dado un sitio, que hablar de números rompe el alma. Un abrazo
ResponderEliminarAunque no teníamos ninguna relación ayer me enteré de su fallecimiento en Facebook, había leído un escrito donde ella decía que estaba con el covid y que por eo no publicaba, la verdad es que me impresionó muchísimo al punto de quitarme el sueño.No hace mucho también falleció por covid 19 otro escritor murciano muy amigo mio llamado Manuel Enrique Mira y me afectó muchísimo pues le acababa de arreglar por photoshop una foto de su madre muy deteriorada y quedó contentísimo diciendo que en cuanto pasase esto la iría a revelarpero por desgracia no pudo hacerlo.Besicos
ResponderEliminarLa vida es frágil, muy frágil. Muchas veces lo repetimos pero nunca lo creemos. No conocia a este bloguera, pero he leído su poema y visitado su blog, y entiendo su dolor y el tuyo, que es el de tod@s en estos momentos. Fuerza y ánimos, Chelo.
ResponderEliminarConocía a Isabel, nació en Murcia y vivía en Murcia, paisana mía. Tiene varios libros en venta, en Amazon, es un icono en Murcia, escribía artículos en los periódicos de la región. He estado ausente y acabo de enterarme. Gracias Chelo por este homenaje en su honor, se lo merecía y mucho más.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué pena!El cerco cada vez se va estrechando más. Antes solo eran personas desconocidas, alguna que otra lejana...hoy, desgraciadamente, cada vez están más cerca. Son vecinos a los que vemos a diario, amigos, parientes...cada vez más allegados. Espero y deseo de corazón que este año veamos la luz.
ResponderEliminarDescanse en paz, Isabel.
Un abrazo para tí, Chelo
Una pena y tremenda perdida. Una más, con gran corazón se nos va. Es tremenda esta situación amiga Charo, como esto se prolongue en el tiempo, no sé qué puede ocurrir. Ya lo dice ella claramente en su bello poema.
ResponderEliminarDescanse en paz y un fuerte abrazo para ti estimada amiga.
He sentido esta pérdida profundamente, porque la calidad humana de Isabel no pasaba desapercibida. Descanse en Paz.
ResponderEliminarUn abrazo, Chelo.
¡Vaya por Dios! ¡Cuanto lo siento!
ResponderEliminarUn abrazo, Chelo.
"Quizá en un mañana próximo
ResponderEliminarvuelvan a crecernos alas
y soñemos de nuevo
más allá de la débil materia
que sustenta nuestra estancia
en el mundo..."
Y ahora le salieron alas más allá de la débil materia. La conocía a través de los blogs, aunque nunca la he tratado, Chelo.
Cuántas personas se están yendo...Y aún la vacuna no ha cumplido su misión.
Gracias por dejarnos su hermoso poema.
Mi abrazo y que sea feliz donde esté.
Que triste noticia. Descanse en paz. Saludos Chelo.
ResponderEliminarQué pena por Dios. Una poeta que ya se ve cuánto talento tenía
ResponderEliminarTe acompaño en el sentimiento. Un abrazo
¡Oh, qué pena Chelo! y tan lindo que escribía esa poetisa!! el covid se está llevando vidas muy valiosas. Te dejo mi sentido pésame por tu amiga. Un abrazo.
ResponderEliminarElla, al menos ha tenido la suerte de que la amistad la saque de ese desalentador número de muertes diarias sin nombres y sin oraciones personificadas.
ResponderEliminarDesgraciadamente, no le llegaron a tiempo las alas.
Besos.
Y ahora sus alas recorren el cielo, un abrazo Chelo!
ResponderEliminarLa conocia de su blog, y la echaba de menos hacia tiempo. He sentido tristeza al leer la noticia.
ResponderEliminarLo siento mucho. Que en paz descanse.
Un fuerte abrazo Chelo.
Que triste noticia mi amiga,
ResponderEliminarlo siento mucho Chelo.
Un abrazo fuerte
Siby
Désolé ;_;
ResponderEliminar