¡Cuánto amor repartisteis!
¡Cuánto esfuerzo y sacrificio!
¡Cuantas privaciones...!
¡Cuánto trabajo!
¡Cuánto sufrimiento escondió vuestra vida!
Vosotros nos enseñasteis a ser honrados, responsables, agradecidos, generosos, sacrificados…
En definitiva a ser personas útiles a la sociedad.
Hoy me pregunto si valió la pena vuestro esfuerzo,
si estamos respondiendo a vuestros deseos,
si supimos escuchar vuestra voz.
Gracias padre por tu esfuerzo
por tu gran inteligencia
por tu cariño
por toda esa vida que me regalaste
A ti madre gracias por tu sobriedad, sacrificio, paciencia…por tu amor silencioso
por mantenernos unidos,
por tantas cosas que no puedo expresar solo con palabras.
Guardaré siempre en mi memoria vuestro cariño, vuestra abnegación y sacrificio, por vuestro AMOR.
Escrito por Reme