domingo, 22 de septiembre de 2013

Reencuentro


Mujer de Antonia Naranjo Paris

Hace unos días recibí en Facebook una petición de amistad era de Antonia Naranjo, una chica de mi pueblo (hoy una señora), no había sabido nada de ella desde mediados de los noventa, aún recuerdo esos días.  Una conversación en la casa de mis padres, una visita a su casa donde pude ver algunos de sus cuadros y leer algunos de sus escritos.
Ha pasado el tiempo, mucho tiempo.
Hoy nos volvemos a encontrar y descubro con alegría que después de todas las vicisitudes por las que la vida le hizo pasar ha sabido reinventarse y se ha convertido en una pintora y poeta de fama (prepara su segundo poemario).

¡Enhorabuena, Antonia! Un placer haberte encontrado
Para que podáis conocer su obra os dejo esas  pinturas, un poema y el enlace a su página web.



 
Sin olvido ni perdón
 de Antonia Naranjo


XLI


Fueron malos vientos los de antes,

malos y lentos.
De flechas ardiente
de cuchillos afilados que taladraban
la sangre de las estatuas.

Amasaban el acecho
de una lágrima
inmensa de desprecio.

Fueron malos y lentos los vientos,
tan malos y tan lentos,
que ahora me asusta ser feliz.
Que me olviden los malos vientos,
aquellos que me hicieron morir
más de mil veces cada día.
Aquellos que me ensuciaron los ojos
y me dejaron ciega de caminos.
Que me olviden.
Soy más que una larga tristeza
o que un húmedo silencio
y quiero reírme a veces
bajo una pequeña estrella.
  Autora : Antonia Naranjo 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Desde Galway a Tralee: Acantilados de Moher


Después de  haber desayunado dejando un hueco en el estómago para un nuevo desayuno en la granja Rathbaun, junto al pueblecito de Ardrahan muy cerca de Galway, abandonamos ésta ciudad con una última mirada al rio Corrib, el más corto de Irlanda, y  a sus cisnes una de las señas de identidad de la ciudad. 



Desembocadura del rio Corrib 


 
La primera a la izquierda el rio y al fondo la catedral , a la derecha, el margen derecho  camino al marabajo, el izquierdo.  Todas están hechas desde el puente que lo cruza y no son  los mismos cisnes que se van moviendo, no, están todos allí  a la vez.


Rathbaun es una granja  tradicional irlandesa en activo donde además de mostrarnos las labores de esquileo, ordeñado y conducción de las ovejas  con perro pastor  nos ofrecen  el tradicional  scone, bollito típico de Escocia y de otras partes del Reino Unido, hecho con leche, mantequilla, azúcar y huevo , 




y para no engordar, lo acompañamos  con nata ,  mermelada  y café o té  y como es de esperar  todo (scone, nata y mermelada)  casero y además la mermelada es de ruibarbo una planta que nos acompañó durante  todo el viaje.  


 


El ruibarbo  estaba en los laterales de la carretera y hasta llegar a los jardines de la casa Muckros (al día sigueinte de este recorrido)  no se le puedo hacer la foto .


Éste es silvestre, la mermelada se hace del cultivado.
 





En la granja todo es natural   








Seguimos caminos  y  atravesaremos la región de El Burren

una región natural cubierta de desnudas rocas calizas,  conocida como el desierto rocoso.

 
y a la que Ludlow, uno de los brazos derechos de Cromwell, describió  con  esta  frase: 
"Es una región donde no hay bastante agua para ahogar a un hombre, no hay bastante madera para colgarlo, no hay bastante tierra para enterrarlo".



Tras unas breves paradas para admirar el paisaje y tomar fotos continuamos  hasta llegar a lo que es no solo la atracción del día sino uno de los mayores alicientes de nuestro viaje a Irlanda.


Los acantilados de Moher, situados en el límite suroccidental de la región de El Burren, alcanzan los 214 m de altitud.
 


No pudimos hacer el paseo en barco para verlos  por abajo tendremos que volver

Si habéis visto la película La hija de Ryan recordaréis esta imagen, es justo desde donde se la cae la sombrilla a la chica. 
El tiempo, gris y con rachas de viento y lluvia, resulta adecuado para el lugar, aunque reste visibilidad por momentos, sin impedir del todo la visión de los distantes farallones rocosos y las todavía más distantes islas Aran. 




   

No por eso dejamos  de explorar  (todo lo que nuestras fuerzas nos permitieron  mis rodillas se resienten de vez en cuando)  los bien marcados y muy transitados senderos que recorren el lugar, hacia el norte, hasta más allá de la torre O’Brien,la que vemos  al fondo.




Ya  en el autocar, seguimos por la carretera paralela a la costa hacia el sur, en busca del estuario del río Shannon. 




Al cruzar el rio estaremos en el condado de Kerry 
donde se encuetran las montañas más altas de Irlanda
y del que Tralee es la capital   





Lo cruzamos en ferry para ir a buscar el hotel de destino a las afueras de Tralee.