martes, 29 de noviembre de 2011

Y llegó el día



Y así, sin darnos cuenta, poco a poco, nuestra amistad se había consolidado y nos apetecía conocernos.

Hice los planes: viajaríamos a Sevilla a finales de verano para ver a mi hermana, y en primavera a Barcelona. “¡Sevilla! Tienes que conocer a Francisco” me dijo Nerim. Y así, incitada, guiada, empujada por ella y cogida de su mano, en la lejanía, llegué hasta Paco y Pepita. Gracias Nerim, por volver a apoyar una vez más mi inseguridad.
Pero esa historia ya está contada.


Esperando a la primavera, una noche, de repente, llegó un e-mail: “Vamos a finales de noviembre“. Sí, se ha adelantado el encuentro, ¡no lo podía creer!; venía de Mirentxu y el abrazo prometido se iba a hacer realidad. Y en esa espera, surgió  Cuando vengas, y ya  ha venido.

 
A la hora convenida nos encontramos

el “fuerte  y cálido abrazo” tantas veces prometido

y  tan deseado, llegó ;

nos miramos,  nos volvimos a abrazar.



Cálida, cariñosa, sencilla, con la sencillez de los grandes,

como la esperaba, como  se muestra en su blog, como es,

y empezó nuestro día, no necesitábamos más.



¡Estábamos juntas!

Como viejas amigas paseamos cogidas del brazo y hablamos,

aparecieron algunos amigos

Paco, por supuesto –lo llamaríamos mas tarde –

Mascab, por el encuentro pasado, A.K.E. por el venidero,

y algunos más… pocos, desde luego,

estábamos : ella, yo y nuestro acompañamiento,

ella, yo y nuestros sentimientos,

sólo ella y yo.



Hora de comer: El Azaya  –lugar emblemático para mí –

allí “ los cuatro” seguimos hablando, como amigos de toda la vida,

los temas iban y venían sin orden ni concierto,

la sobremesa fue larga, nos sentíamos bien,

Mirentxu y Luismi son ¡encantadores!.







Se hizo tarde, la noche caía y empezaba a refrescar,

si hacía tiempo que a Nerim le había abierto mi corazón

¿por qué  no abrirle mi casa?  y allí acabamos.



Mirentxu, es una persona  activa, inquieta,  celosa de su intimidad,

y a pesar de eso nos habla de su ayer, de su hoy, de su mañana,

con una conversación interesante y entretenida,

como corresponde a la mujer inteligente  y culta que es.



Luismi está ahí - al otro lado de la cámara- ,

motivándola, apoyándola, compartiendo sus éxitos,

esa es su grandeza.



Y así,  sin prisa, relajados, hablando de todo y de nada,

había pasado el día,  y nuestro encuentro llegaba a su fin,

nos dijimos adiós con un fuerte y cálido abrazo,

y por qué no decirlo, con cierta emoción por mi parte.

Fueron ¡doce horas juntos!, pero me supo a poco,

ahora seguiré esperando que llegue la primavera

pues nuestro viaje a Barcelona sigue en pie.



¡Ah!, y, al final, mi hija fue  a saludarlos,  pero esa es otra historia…



Mirentxu y Luismi,  muchas gracias,

  por este día que nos habéis regalado.



Un abrazo muy fuerte a los dos.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Un poema dedicado


                                            A Chelo de la Torre


                                           Anda escondiéndose la magia
                                           entre lo sentidos
                                           que enmudecen la voz
                                           para hacerse oir.                 
                                           Un día,
                                           te has sentido evocada por ellos
                                           y, sin resistencia alguna,
                                           dejando atrás el tiempo y los quehaceres,
                                           has donado parte de tu esencia
                                           al sublime deber de la belleza.
                                           Ese es el eco, dejado en música  y color,
                                           sobre unas palabras ajenas
                                           que sin embargo, hiciste tuyas.
                                           Lo más dificil:
                                           Amar el sentimiento del otro
                                           y darle consistencia.
                                           Sólo un alma sensible
                                           puede escuchar
                                           las canciones de fuera.
                                           Trabajo, afán y delicadeza,
                                           paciencia y deleite,
                                           ante el reto
                                           de convertir tu obra en mensajero
                                           para quien desea ver,
                                           disfrutar de aquello
                                           que no se puede tocar,
                                           sino sentir.
                                           Aquello  que sólo el corazón razona
                                            y se entiende desde le corazón.


                                                     Con todo mi agradecimiento    



Autora : Mª José Pérez Grange

Cuando Mª José publicó su segundo libro Silencio ...se vive , año 2006 mi hobi era hacer presentaciones en power point y empecé a utilizar sus poemas para hacerlas.
En el año 2007 organicé un recital en el centro para dar  a conocer sus poemas, en ese recital alternamos poemas  leidos por compañeros con  mis presentaciones, más tarde le hice una pagina web y ahora siempre que tengo ocasión hablo de ella pues me parece que merece ser conocida

Un día le dijeron que me iban a organizar un homenaje por llevar 25 cursos en el mismo centro y,  sin pensarlo demasiado, fue lo que escribió. A ella no le gusta pero yo lo guardo como oro en paño.

No pensaba publicarlo pero ha sido mi amiga Nerim, después de leerlo, la que me ha animado  a ello y aquí lo teneis.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Blanco


 Dibujo del pintor  Paco Puertas que ilustra el poema  Blanco en el libro Para empezar 


Mª José Pérez Grange, profesora jubilada,  es una poeta tardía que empezó a escribir de forma espontánea  hará unos 15 años.
En el año 2002 se publicó su primer libro, “Para empezar”, que contaba con las ilustraciones del pintor Paco Puertas, y  obtuvo una excelente acogida. 

Pablo J. d´Ors, en el prólogo de ese libro dice: " los poemas de Mª José están escritos para ser declamados más que para ser leídos" .

Para que lo podáis comprobar aquí os dejo este.




Llama la ermita al aire blanco, al páramo.
Mediterráneo, terso y brillante sol.
Apretado en las espumas del agua,
en la plata de la luna,
que baña la noche blanca.
Mediterráneo de cal,
destellos blancos,
enhebrados en las ramas de la palmera.
Mediterráneo de escarcha,
de nieves altas.
Azúcares en torrentes,
deshechos en las cascadas.
Mediterráneo de sangre blanca,
las hojas de las higueras,
rocíos de savias.
Caricia de las jaras en el estío.
Mediterráneo torrente,
cuchillo de truenos blancos.
Azahares mediterráneos, en bodas blancas,
brocales en los aljibes,
flores mediterráneas ....blancas.


Del libro : Para empezar 
Autora : Mª José Pérez Grange

lunes, 7 de noviembre de 2011

Una tarde con una cincuentañera rebelde

"DOS AMIGAS" de Antonio R. Spinoza
 
Aparece segura de sí,  pisando fuerte
me reconoce,  nos abrazamos,
y cogidas del brazo, me dejo llevar.

Sentadas  ante un café, empezamos la tarde.

Mira de frente,
se emociona al hablar de su trabajo,
de sus proyectos, de su chico,
- una  rebelde no tiene marido  -
de su moto y  de sus fotos.

Inspira confianza, invita  a compartir,
sensible, inquieta, rebelde,
así es Mascab, como se muestra en su blog.

Su blog, los comienzos y la actualidad,
los seguidores, los que llegan sin buscarlos
y le hacen tambalearse y se pregunta
¿cómo han llegado?,
¿por qué vienen?,
¿qué esperan encontrar?...

Llegan los amigos, los reales y los virtuales,
los que compartimos y los que nos presentamos.

Punto y aparte  ¡Sus hijas!
-  sus ojos se humedecen –
la mayor, por mayor,
la pequeña, por pequeña,
son  su lucha, su fuerza.
¡Su vida!

Un descanso, hablamos del verano,
sus vacaciones en Cádiz,
su  “Cai”, como ella dice ,
le cambia la cara y su mirada se ilumina.

La tarde avanza empieza a caer  la noche,
salimos de la cafetería  con idea de despedirnos
ya en la calle,  con complicidad compartida
y si dudar demasiado, decidimos continuar,
no queremos que acabe el encuentro.

Ha empezado a llover, nos refugiamos
y saboreando  un chocolate caliente
y con el terreno abonado,
vuelven su chico y mi marido
y así, saltando de un tema a otro,
despacio, sin prisa,
dando tiempo al tiempo,
llegó la hora  de decirnos adiós,
un adiós que esperamos se convierta en un hasta luego.