El cero, harto de no ser nada, decidió buscarse la vida fuera del Sistema
Métrico Decimal.
- Al otro lado del Sistema Métrico Decimal
no hay nada - le dijeron los números
pares y los impares y también los idiotas, pues sabían que sin el cero todo el
sistema se vendría abajo.
- Pues ése es mi sitio –respondió él -, ya que yo no soy nada.
- Sí eres, sí eres - le dijeron.
- No soy, no soy – respondió él -. Dos días
son dos días, y siete semanas son siete semanas, pero cero meses no es ningún
mes.
- Ponte a mi lado y seremos un 40 – dijo el 4.
- Quiero ser algo por mí mismo, sin ayuda
de nadie – respondió.
Atravesó, pues, el Sistema Métrico Decimal y llegó a un lugar raro, donde
las cosas no eran nada. Ni las calles eran calles, ni los semáforos, ni los
árboles. “Éste es mi sitio, puesto que soy un número que no es un número.”
Entró sigilosamente en una casa y vió un padre que no era un padre, una
madre que no era una madre, unos hijos que no eran unos hijos, y un canario que
no era un canario.
Estuvo todo el día observando, escondido tras un sofá que no era un sofá, a
aquella familia que no era una familia. Al atardecer salió a la calle que no era una
calle, feliz de haber encontrado para vivir, un lugar que no era un lugar.
Pero apenas había recorrido dos manzanas, cuando fue detenido por dos
policías que no eran policías.
- Usted no puede permanecer aquí – le dijeron-, Para estar aquí es preciso no
ser nada.
- Es que yo soy un cero – dijo el cero.
- Un cero es un cero – le contestaron.
- Un cero
– dijo él - es un número que no es un número. ¿Cuántos días son cero
días? ¿Cuántas semanas son cero semanas? ¿Cuántos meses son cero meses?
Los policías que no eran policías se miraron sin saber qué contestar.
- ¿Qué diferencia hay entre un cero y
nada? – insistió el cero.
El asunto fue llevado ante unos licenciados en nada, que era la profesión más
extendida en aquel sitio. Tras darle muchas vueltas al asunto, estos expertos
decidieron que no era lo mismo nada que cero.
El cero fue devuelto violentamente al Sistema Métrico Decimal, donde fue
recibido con todos los honores por el resto de los números, que no podían vivir
sin él.
Y
para que no volviera a irse, lo nombraron el Rey del Sistema Métrico Decimal, y
él aceptó, y desde entonces reina sin comprender por qué es preciso ser nada
para serlo todo.
Autores : Juan José Millás y Antonio Fraguas
"Forges"