Soy uno de ellos

Animada por mi familia y por mi amiga Nerim y con el único objetivo de mover las neuronas haciendo algo que me gusta, el curso pasado empecé a asistir a un taller de poesía.

Para mi sorpresa, al acabar el curso, el profesor comentó que tiene por costumbre publicar algunos trabajos de todos sus alumnos, sin dudarlo, dije que no participaba, que lo que escribo no merece la pena estar publicado y no sé cuántas cosas más.

El profesor me animó, dijo que estaba equivocada aunque era libre de hacer lo quisiera.

Lo comenté en casa y con mi amiga Nerim, todos conscientes de mis inseguridades y de mis miedos me animaron, incluso Nerim se puso un poco seria conmigo, debía confiar en mí y en las palabras del profesor.

También lo comenté con Francisco Espada y con Mascab, todos coincidían, debía abandonar mis temores creer un poco más en mí y aceptar.

Y así fue, con todos los miedos del mundo, con todas las inseguridades que supone leerme al lado de mis compañeros, algunos llevan dos, tres años e incluso más  en el taller y son verdaderos poetas, cinco de mis poemas están en el libro. 

Ayer se hizo la presentación, he dejado de ser inédita.