Nos reciben con un “city tour” por la ciudad para que nos hagamos una idea y nos podamos ubicar, y, así, el resto del tiempo nos movemos a nuestro aire. Ya desde el avión, llama la atención la vista cuadriculada de la ciudad, y al recorrerla comprobamos que sus calles son rectas y kilométricas, con numeraciones de cuatro cifras o más.
Salimos de la Av. Santa Fe, de ahí a Av. Maipú, y Av. del Libertador donde tenemos a un lado la Facultad de Derecho y al otro el Museo Nacional de Bellas Artes. Un poco mas adelante aparece la Flor (Floralis Genérica), en la Plaza de las Naciones Unidas, donde nos muestran orgullosos la flor mas grande de Buenos Aires: es de acero inoxidable y mide 20m de altura. Fue realizada por el arquitecto argentino Eduardo Catalana y donada a la ciudad en 2002. La flor tiene un sistema eléctrico por el que sus seis pétalos se abren cada día y a las 20h., cuando cae la tarde, se cierran. Siguiendo nuestro camino llegamos al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Este recorrido termina en los bosques de Palermo.
Nos llama la atención ver por los parques a una sola persona con más de un perro, y nos cuentan que los dueños de algunos perros pagan a otra persona para que se lo saque a pasear (unos 50 ó 60 dólares al mes).
Volvemos por la Av. Libertador y llegamos a La Recoleta donde encontramos árboles de 300 años, árboles gomeros del caucho. Tomamos la Av. Alvear y llegamos a la Av. 9 de Julio, la más ancha del mundo, dicen los porteños. A nuestra derecha aparece el teatro Colón, cuya sala de música está considerada la mejor de Sudamérica por su acústica. Se puede cantar sin micrófono y está al nivel de la Escala de Milán pero la entrada es más barata.
Volvemos por la Av. Libertador y llegamos a La Recoleta donde encontramos árboles de 300 años, árboles gomeros del caucho. Tomamos la Av. Alvear y llegamos a la Av. 9 de Julio, la más ancha del mundo, dicen los porteños. A nuestra derecha aparece el teatro Colón, cuya sala de música está considerada la mejor de Sudamérica por su acústica. Se puede cantar sin micrófono y está al nivel de la Escala de Milán pero la entrada es más barata.
En frente nos parece el Obelisco que, con sus 67m de altura, es el monumento más emblemático de Buenos Aires y que nos hará de guía en nuestros recorridos.
Puerto del rio Boca |
En seguida nos empiezan hablar de fútbol con una ilusión y un entusiasmo que no esperábamos, no sabemos si es porque estábamos en la víspera del partido Boca–River o es que siempre es así. Nos ofertan la posibilidad de ir al partido especificando que iríamos acompañados de policía y con toda la seguridad del mundo, y nos hacen una parada en la puerta del estadio y con tiempo libre para que veamos su museo, si nos apetece.
Vemos que el anuncio de Coca-Cola es negro y blanco, es en el único sitio del mundo donde no tiene sus colores habituales (rojo y blanco) porque esos son los colores del otro (el River), pues ni siquiera lo nombran. La competencia entre el Madrid y el Barcelona de España no es nada para lo que se percibe allí entre los dos equipos. Son conscientes de que Maradona como persona deja mucho que desear pero que como jugador no tiene igual y por eso lo quieren.
A nosotros no nos gusta el fútbol pero es curioso, es un barrio pobre en el que todavía siguen viviendo los inmigrantes, que no pueden restaurar porque perdería su encanto. Los colores del club presiden todo el barrio.
Continuará ...
Continuará ...
Me encanta que mis amigos viajen, así, de paso, me entero de lo que no conozco o reafirmo lo que sé.
ResponderEliminar¡Que lo disfrutes mucho, Chelo!
¿Qué voy a comentar Chelo? Con nostalgia te acompaño en tu crónica viajera,soñando poder comprobar los cambios habidos desde mi marcha en un viajecito algún día de éstos...beso
ResponderEliminarFrancisco de verdad que ha sido un viaje muy disfrutado.
ResponderEliminarTeresa espero que corrijas lo que esté equivocado.Y por supuesto,que los dos completeis todo lo que creáis oportuno .
Un abrazo
Hola Chelo aquí esto siguiéndote y compartiendo caras conocidas:)
ResponderEliminarMe alegro de tu viaje y de que te lo pases bien. Eso es lo que nos queda por hacer mientras podamos. Disfrutar
Un beso
-"Ya desde el avión, llama la atención la vista cuadriculada de la ciudad, y al recorrerla comprobamos que sus calles son rectas y kilométricas, con numeraciones de cuatro cifras o más".
ResponderEliminarA fuerza de repetirnos tenemos que decirte que los perros viejos no aprenden trucos nuevos. Así que una licenciada en Matemáticas no podría pasar nunca por alto una configuración geométrica. Cuando suene la última campanada del año te van a salir números en vez de confeti, por las orejas.
Chelo querida. me has emocionado con tu relato hecho crónica de una Buenos Aires que fué mi ciudad durante 34 años,habitándola, recorriéndola, conociéndola y amándola.
ResponderEliminarViví en ella desde el año 1948 hasta el año 1982, en que me trasladé a Rosario, ciudad en la que vivo actualmente.
No sabbía que hace tan poco tiempo , estuvimos tan cerca, apenas un poco menos de 400 kilómetros.
¡Que chico es el mundo!
Un beso entrañable: Juliana