jueves, 21 de febrero de 2019

Olalla Castro - Bajo la luz del cepo


Nacida en Granada en febrero de 1979, es Doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y Licenciada en Periodismo. Autora de los poemarios “La vida en los ramajes” (Devenir, 2013) y “Los sonidos del barro” (Editorial Agua Clara, 2016), de la antología crítica “Ocho paisajes, nueve poetas” (Dauro, 2009), del libro ilustrado “Un visitante salido de la nada” (Dauro, 2016) y del ensayo, de próxima edición en Akal, “Entre-lugares de la Modernidad: filosofía, literatura y Terceros Espacios”, ha ganado el I Premio Internacional de Poesía Piedra del Molino, el Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández y el Premi Tardor de Poesía, entre otros. Su obra ha sido recogida en las antologías “Nova mondo en niaj Koroj” (Calumnia, 2016), “Todo es poesía en Granada” (Esdrújula, 2015), “Disidentes” (La oveja roja, 2015), “Buena Letra” (Comisso Editore, 2015), Cuerp@s (Lápices de Luna, 2015) o “Proemio Seis” (2006) y traducida al italiano, el sueco y el esperanto. Ha sido columnista del diario La Opinión de Granada durante siete años y cantante y letrista de diversos proyectos musicales, como Rebelmadiaq, Nour y Sister Castro.


En septiembre de 2018 ganó el XXII Premio Internacional de Poesía «Antonio Machado en Baeza» con la obra Bajo la luz, el cepo
Libro dividido en cuatro apartados cada uno de ellos tiene diez poemas.
Del apartado “Por la ruta de Siskiyou( 1858-1855)” os dejo este poema


IX

Trajimos las armas de muy lejos
para ahuyentar a los apaches
disparando a las nubes.
Aunque dice papá que, si no hay más remedio
y esos indios se niegan a marcharse,
habrá que derramar algo de sangre.
Dice también que aunque duerman en ella
y, desde hace mucho tiempo, de ella coman,
esta tierra no es suya sino nuestra.
No son criaturas de Dios
esos salvajes, explica mamá,
mientras mueve hacia abajo la cabeza.
El señor Dred susurra "Amén" 
y escupe dos veces en la tierra
antes de volver a tocar sus melodías.
Y es verdad que esos salvajes
no son como nosotros.
Nosotros, criatura de Dios,
hemos llegado hasta aquí para matarlos. 



12 comentarios:

  1. Unas palabras duras para una "civilización" con bombín que no sombrero vaquero. Y por tu parte generosidad inmensa al traerla a tu blog y dejar que la conozcamos. Un abrazo

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  2. Pues es un poema muy potente. Muchas gracias por traer a esta poeta a tu blog

    Un abrazo

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  3. Gracias por traer a esta poetisa con su voz comprometida y sin alharacas.
    Besos.

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  4. No conocía a Olalla Castro y veo que tiene un curriculum magnífico.El poema me ha parecido duro y triste.Besicos

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  5. Cala hondo esta poetisa, me gusta.

    Gracias Chelo.

    Un abrazo.

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  6. Qué triste que haya personas que han sentido esto mismo o lo sigan sintiendo:Es una atrocidad
    Los indios como cada cual,somos hijos de la Tierra,todos!!
    Besucos preciosa mujer

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  7. Triste y bello poema.....un gusto conocerla por medio de ti......Saludos amiga.

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  8. Bonito poema, pero excesivamente duro y racista.
    Saludos.

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  9. Muy cruda esta poesía, pero real como la vida misma. Un abrazo.

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  10. Demuestra con precisión la falsedad de unos argumentos indecentes, falsos, que no tienen ni el mínimo rastro de caridad. Está bien claro, en esta situación y en otras muchas, la capacidad humana de justificar lo injustificable es y ha sido siempre, inagotable.
    Saludos cordiales.

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  11. Buena poeta Olalla Castro. Utiliza una contundente ironía para esa crítica sobre la injusticia que hicieron con los indios.
    Gracias por traerla, Chelo.
    Estoy con tu libro, me encanta tu profunda sencillez, ya te enviaré
    el comentario, amiga.
    Mi abrazo y mi ánimo siempre.

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  12. Duras y tristes palabras. Poe Por desgracia hoy también hay mucho racismo. No la conocía.
    Un abrazo.

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Gracias por pasar tu tiempo conmigo.