Definitivamente
parece confirmarse que este invierno
que viene, será duro.
Adelantaron
las lluvias, y el Gobierno,
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un
océano,
se limita a esperar que la tormenta
pase
y llegue el día, el día en que, por
fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.
En la noche de octubre,
mientras leo entre líneas el periódico,
me he parado a escuchar el latido
del silencio en mi cuarto, las
conversaciones
de los vecinos acostándose,
todos esos rumores
que recobran de pronto una vida
y un significado propio, misterioso.
Y he pensado en los miles de seres
humanos,
hombres y mujeres que en este mismo
instante,
con el primer escalofrío,
han vuelto a preguntarse por sus
preocupaciones,
por su fatiga anticipada,
por su ansiedad para este invierno,
mientras que afuera llueve.
Por todo el litoral de Cataluña llueve
con verdadera crueldad, con humo y
nubes bajas,
ennegreciendo muros,
goteando fábricas, filtrándose
en los talleres mal iluminados.
Y el agua arrastra hacia la mar
semillas
incipientes, mezcladas en el barro,
árboles, zapatos cojos, utensilios
abandonados y revuelto todo
con las primeras Letras protestadas.
De: «Moralidades», 1959
Recogido en «Las personas del verbo»
(Poesía completa de Jaime Gil de Biedma)
Ed. Galaxia Gutenberg 2012
***No es octubre pero es tan actual que no he podido resistir la tentación de publicarlo .
Si la fecha fuera septiembre 2020, el poema tendría total vigencia, un abrazo Chelo!
ResponderEliminarLos buenos poemas conservan en ellos la vigencia pasen los años que pasen y este es uno de ellos.
ResponderEliminarAbrazo, Chelo.
Los tiempos son cíclicos y los lamentos poéticos se repiten y siguen siendo válidos. Mientras un niño llore de hambre y una madre se desgarre el pecho por no poder ponerle remedio al dolor, ningún consejo de ministros enjugará su pena.
ResponderEliminarUn abrazo, Chelo.
Rescatas unos versos que parecen prendidos al presente. Da igual si aún no es octubre, ni diluvia, porque el gris se ha instalado en nuestros corazones.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz tarde, con sol tras las ventanas, con esperanza en la voz .
La cruda realidad que vivimos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es amiga Chelo, como anillo al dedo, ¡ojalá! no sea como todos más o menos intuimos o pensamos.
ResponderEliminarUn abrazo y buen mes de septiembre.
Chelo nos dejas un poema sincero, entregado y comprometido con su tiempo. Una vez más el poeta se erige como voz del pueblo, siente sus miedos, preocupaciones y dolores. Lanza sus letras al viento con la esperanza de que sirvan de oración y ritual y que el universo las recoja para aliviar en algo las tristezas.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por regalarnos este profundo poema de Gil de Biedma, amiga.
(Estamos bastante mejor de la infección. El virus se bajó al aparato digestivo y no nos tocó el pecho. Tuvimos suerte, Chelo. Gracias por tus palabras.)
Parece escrito ahora mismo pues escribe sobre la realidad actual.Besicos
ResponderEliminarEs actual y lo será tambien dentro de unos días, El rumbo ha virado en redondo y viajamos hacia lo feo y triste. Solo la actitud nos mantendrá en el puente. Abrazucos
ResponderEliminarEl poema parece actual.
ResponderEliminarEsperemos que Octubre no sea tan gris como se vislumbra.
Un abrazo Chelo.
Perfecto para los días que vivimos.
ResponderEliminarUn poema de realidad actual. Que triste todo esto que nos esta pasando. Saludos amiga.
ResponderEliminarEs lo que tiene la buena poesía, que suele ser eterna.
ResponderEliminarBesos.
Desde luego es un poema que refleja muy bien la realidad que estamos viviendo, aunque se escribiera en otro momento.Triste situación la que vivimos.
ResponderEliminarUn abrazo, Chelo
Muy bien traído. Un abrazo👍😊
ResponderEliminarHay cosas que nunca caducan :O
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