Nuestra amiga Ester del blog Autodidacta nos dejó el martes pasado, una entrada en la que nos pedía la edad de Diofanto.
En esa época eran muy dados a plantear problemas cuyos enunciados eran situaciones cotidianas, con el fin de motivar a pensar y además conseguir que las matemáticas fuesen cercanas a los alumnos pero no les bastaba con eso, sino que los enunciaban en forma de poema para darles musicalidad, hacerlos más atractivos y facilitar la memorización.
Un ladrón, un cesto de naranjas,
del mercado robó,
y por entre los huertos escapó;
al saltar una valla,
la mitad más media perdió;
perseguido por un perro,
la mitad menos media abandonó;
tropezó en una cuerda,
la mitad más media desparramó;
en su guarida, dos docenas guardó.
Vosotros, los que buscáis la sabiduría,
decidnos:
"El señor del Cero" lectura recomendada para los estudiantes de 2º E.S.O.
Sinopsis :
Siglo X. En la península ibérica el Califato de Córdoba
irradia un gran esplendor cultural pero la convivencia entre los diferentes
grupos sociales no es siempre posible. José, un joven mozárabe que posee una
sorprendente capacidad para el cálculo, se ve obligado a abandonar su tierra
ante el recelo que despierta su habilidad entre sus ignorantes vecinos.
NOTA:
Me avisa nuestra querida amiga Ester que ella hace tiempo publicó El ladrón de naranjas donde nos da la solución.
Os dejo el enlace por si la queréis leer allí.
Mi objetivo no era incitaros a que buscaseis a la solución si no que vieras la "forma " de enunciar el problema y presentar el libro.
Interesante. Son pasatiempos divertidos y que entretienen, seguro
ResponderEliminarUn abrazo
Tengo ese libro, no lo recordaba, y creo que lo voy a buscar para dárselo a mi nieta. Te dejo un enlace https://presentaciones-ester.blogspot.com/2014/10/el-ladron-de-naranjas.html por si quieres comprobar la respuesta, aunque el resultado puede ser una más por aquello de empezar por arriba o por el final.
ResponderEliminarEs un buen ejercicio de matemáticas/poéticas. Abrazos y cariños
Me alegro que tengas el libro y que se lo des a tu nieta. Nosotros solemos empezar e leer y plantear los ejercicios empezando por el principio.
EliminarVoy a ver tu entrada.
Entré en tu blog y te leí y ya entiendo lo de que se resuelve de atrás para adelante pues de hacerlo al revés se complica un poco.
EliminarYa he repetido varias veces que no es mi más feliz manera de perder,(perdón, o ganar) el tiempo, por lo que he agradecido a Ester que me diera los solución.
ResponderEliminarSencilla si no te "acarojotas".
Besos.
Muchas gracias Juan, pero como aclaro en la entrada, mi objetivo no es que busquéis la solución si no que veáis la forma de enunciar el problema.
EliminarEs un libro muy bonito. Lo compré hace años y me gustó mucho su lectura. Así debería aprenderse las matemáticas con un poco de poesía, música...sería más atractivo y a los chavales les gustaría más. Una bonita entrada, Chelo. Feliz día.
ResponderEliminarMe costaría un buen rato intentar averiguarlo ya que las mates nunca fueron mi fuerte y en mi cole ( de monjas) los profes tampoco se esforzaban mucho con los que íbamos más lentos en esa materia pero cómo tengo curiosidad y ya que nos das la dirección me voy a lo fácil: pasaré por la dirección que nos dejas para ver el resultado:-)) Besicos
ResponderEliminarNo se si fueron 195 naranjas o simplemente un montón, pero lo que tengo claro es que el ladrón era muy torpe, ¿para que roba tantas si luego no es capaz de llevarse nada mas que dos docenas?
ResponderEliminarMatemáticamente se puede resolver, pero es mejor hacerlo por la cuenta de la vieja y por supuesto de atrás hacia adelante.
El libro no lo conocía.
Saludos
Una buena forma de presentar este libro, Chelo...De nuevo vemos cómo las matemáticas y la literatura pueden convivir complementándose y haciéndonos la vida más fácil. Me encantó el problema-poema.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por tu buen hacer, amiga.
A ver si encuentro la respuesta.
ResponderEliminarVoy a ver si encuentro el libro :D
ResponderEliminarMuy curioso e interesante, no lo conocía.
ResponderEliminarQue interesante. Un gusto leerte. Saludos Chelo.
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