Nacida en Granada en febrero de 1979, es Doctora en Teoría de
la Literatura y Literatura Comparada y Licenciada en Periodismo. Autora de los
poemarios “La vida en los ramajes” (Devenir, 2013) y “Los sonidos del barro”
(Editorial Agua Clara, 2016), de la antología crítica “Ocho paisajes, nueve
poetas” (Dauro, 2009), del libro ilustrado “Un visitante salido de la nada”
(Dauro, 2016) y del ensayo, de próxima edición en Akal, “Entre-lugares de la
Modernidad: filosofía, literatura y Terceros Espacios”, ha ganado el I Premio
Internacional de Poesía Piedra del Molino, el Premio Nacional de Poesía Miguel
Hernández y el Premi Tardor de Poesía, entre otros. Su obra ha sido recogida en
las antologías “Nova mondo en niaj Koroj” (Calumnia, 2016), “Todo es poesía en
Granada” (Esdrújula, 2015), “Disidentes” (La oveja roja, 2015), “Buena Letra”
(Comisso Editore, 2015), Cuerp@s (Lápices de Luna, 2015) o “Proemio Seis”
(2006) y traducida al italiano, el sueco y el esperanto. Ha sido columnista del
diario La Opinión de Granada durante siete años y cantante y letrista de
diversos proyectos musicales, como Rebelmadiaq, Nour y Sister Castro.
En septiembre de
2018 ganó el XXII Premio Internacional de Poesía «Antonio Machado en
Baeza» con la obra Bajo la luz,
el cepo
Libro dividido en cuatro apartados cada uno de ellos tiene diez
poemas.
Del apartado “Por la ruta de Siskiyou( 1858-1855)” os dejo este
poema
IX
Trajimos las armas de muy lejos
para ahuyentar a los apaches
disparando a las nubes.
Aunque dice papá que, si no hay más remedio
y esos indios se niegan a marcharse,
habrá que derramar algo de sangre.
Dice también que aunque duerman en ella
y, desde hace mucho tiempo, de ella coman,
esta tierra no es suya sino nuestra.
No son criaturas de Dios
esos salvajes, explica mamá,
mientras mueve hacia abajo la cabeza.
El señor Dred susurra "Amén"
y escupe dos veces en la tierra
antes de volver a tocar sus melodías.
Y es verdad que esos salvajes
no son como nosotros.
Nosotros, criatura de Dios,
hemos llegado hasta aquí para matarlos.
Unas palabras duras para una "civilización" con bombín que no sombrero vaquero. Y por tu parte generosidad inmensa al traerla a tu blog y dejar que la conozcamos. Un abrazo
ResponderEliminarPues es un poema muy potente. Muchas gracias por traer a esta poeta a tu blog
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por traer a esta poetisa con su voz comprometida y sin alharacas.
ResponderEliminarBesos.
No conocía a Olalla Castro y veo que tiene un curriculum magnífico.El poema me ha parecido duro y triste.Besicos
ResponderEliminarCala hondo esta poetisa, me gusta.
ResponderEliminarGracias Chelo.
Un abrazo.
Qué triste que haya personas que han sentido esto mismo o lo sigan sintiendo:Es una atrocidad
ResponderEliminarLos indios como cada cual,somos hijos de la Tierra,todos!!
Besucos preciosa mujer
Gó
Triste y bello poema.....un gusto conocerla por medio de ti......Saludos amiga.
ResponderEliminarBonito poema, pero excesivamente duro y racista.
ResponderEliminarSaludos.
Muy cruda esta poesía, pero real como la vida misma. Un abrazo.
ResponderEliminarDemuestra con precisión la falsedad de unos argumentos indecentes, falsos, que no tienen ni el mínimo rastro de caridad. Está bien claro, en esta situación y en otras muchas, la capacidad humana de justificar lo injustificable es y ha sido siempre, inagotable.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Buena poeta Olalla Castro. Utiliza una contundente ironía para esa crítica sobre la injusticia que hicieron con los indios.
ResponderEliminarGracias por traerla, Chelo.
Estoy con tu libro, me encanta tu profunda sencillez, ya te enviaré
el comentario, amiga.
Mi abrazo y mi ánimo siempre.
Duras y tristes palabras. Poe Por desgracia hoy también hay mucho racismo. No la conocía.
ResponderEliminarUn abrazo.