Las Dunas de San Jacinto (Aveiro-Portugal)

5 de agosto, visita a la Reserva Natural las Dunas de San Jacinto. Una visita que los amantes de la naturaleza no se pueden perder.

Salimos de Aveiro, donde tenemos el hotel, dirección Ílhavo, allí cogeremos el ferry para atravesar la Ría.

Por esos días la Regata de los Grandes Veleros, procedente de Cádiz y con destino Dublín, había hecho escala en el puerto y aprovechamos para verlos. Es un espectáculo único.

Os dejo unas cuantas fotos en las que os muestro la maraña de mástiles  para que os hagáis  una idea de lo que aquello era  y os aconsejo que paséis a leer el blog Jubilada Jubilosa en el que Chela, hace una amplia y completa descripción de la Regata y de los veleros, ilustrándola con una estupenda colección de fotos de la escala que hicieron en La Coruña. Os gustará.

Nosotros íbamos de paso y a pesar de eso no pudimos resistir la tentación de  entrar en algunos de ellos .

Yo los esperaba en cubierta, mi rodillas estaban tocadas, ellos subían, bajaban, se metían por todos sitios y tocaban todo lo tocable como si fueran niños.

Y de  ahí al embarcadero del ferry.

Atravesamos la ría y llegamos a San Jacinto a la hora de comer, el olfato nos lleva hasta el sitio adecuado, un asador de pescado,  donde tras una hora de espera, pudimos disfrutar de una excelente  comida por su calidad, cantidad  y precio,   había merecido la pena esperar.

La Reserva Natural la Dunas de San Jacinto  está situada en una  lengüeta de arena que se  extiende entre el brazo norte de  la Ría  de Aveiro y el Atlántico, ocupando aproximadamente unas 666 ha.

Se trata de una zona costera con playa, dunas móviles y fijas, pinares  y charcas de agua dulce, donde las aves invernan.

Salvo una pequeña parte que es privada, el resto  es del Estado.


 A la llegada a la Reserva , la parada reglamentaria  y recogida de información en el Centro de Interpretación  y empezamos nuestro paseo eligiendo una ruta intermedia, ellos hubiesen preferido la más larga, pero me llevaban a mí como lastre y además, acababamos de comer.

Caminamos entre pinares y acompañados por una suve brisa que hace que nuestro paseo sea muy agradable y relajante. Vamos depacio, tranquilos y dándole tiempo a  nuestro biólogo  para que capte con su cámara las sabinas, las acacias, los arbustos, los matorrales y toda  la naturaleza que hay a nuestro  alrededor.

En la laguna sólo encontramos unos cuantos patos, no es la época de la ivernación.

Nos llama la atención encontrar de vez en cuando  árboles centenarios plantados para proteger el avance de las arenas por la acción del viento.

Seguimos nuestro recorrido y nos encontramos con una larga pasarela que nos lleva hasta  la playa  y que, al estar elevada,  nos permite apreciar mucho mejor la belleza única de este paisaje dunar y  es al llegar a ella cuando  agosto se deja notar.

A lo largo de nuestro recorrido aparecen  plantas típica de la zona como es la camarina

Camarina o Camariña  (Corema album) cuyo habitat propio son  las  dunas y arenales marítimos y que se encuentran por todo el Litoral Atlántico, desde Cádiz hasta Galicia

Fruto  de la camarina que en Portugal es blanco y en otros lugares es rosado 

La dunas al lado de la pasarela

El sol dificultaba las fotos en esa dirección

Desde el borde de la pasarela

El cartel de la primera fotografía  nos prohíbe llegar hasta el mar y desandando lo andado por la pasarela, continuamos nuestro circuito  hasta llegar a la salida y dar por finalizado nuestro agradable paseo por el interior del Parque

Una visita rápida a la playa de San Jacinto para ver las dunas más de cerca y regreso al hotel.

 

El regreso lo hicimos en coche bordeando la Ría para conocer toda esa zona que no conocíamos de nuestros viajes anteriores.

Al pasar por   Estarreja  nos vuelve a deslumbrar la luminosidad de la Ría y el colorido de su barcas y no podemos resistir la tentación de pararnos.

A partir de aqui la carretera se va hacia el interior y nos deja con las ganas de bordearla entera.