Padre e hijo oleo de Ana Hickethie |
La noche había caído ya, sin embargo, un pequeño hacía grandes esfuerzos por no quedarse dormido. El motivo bien valía la pena, estaba esperando a su papá. Los traviesos ojos iban cayendo pesadamente cuando se abrió la puerta.
El niño se incorporó como impulsado por un resorte y soltó la pregunta que lo tenía tan inquieto:
Papá ¿cuánto ganas por hora?... dijo con ojos muy abiertos.
Su padre entre molesto y cansado, fue muy tajante en su respuesta: mira hijo, eso ni siquiera tu madre lo sabe, no me molestes y vete a dormir que ya es tarde.
Si papá, pero por favor solo dime ¿cuánto te pagan por hora en tu trabajo? Reiteró suplicante el niño.
Contrariado, el padre apenas abrió la boca para decir:
Cien pesos
Oye papá ¿me podrías prestar cincuenta pesos? preguntó el pequeño.
El padre se enfureció y tomó al pequeño del brazo y en tono brusco le dijo:
Asi que por eso quieres saber cuanto gano ¿no?, vete a dormir y no sigas fastidiando chico aprovechado...
El niño se alejó tímidamente, al meditar lo sucedido el padre comenzo a sentirse culpable.
Tal vez necesita algo -pensó- y queriendo descargar su conciencia se asomó al cuarto de su hijo. Con voz suave le preguntó:
¿Duermes hijo?
Dime papá, respondió entre sueños.
Aquí tienes el dinero que me pediste.
Gracias papá, susurró el niño mientras metía su manita debajo de la almohada de donde sacó varias monedas.
¡Ya completé! gritó jubiloso, "tengo cien pesos"
Papá, ¿me podrías vender una hora de tu tiempo?
Desconozco el nombre del autor
19 de marzo dia del padre
Desconozco el nombre del autor
19 de marzo dia del padre
Qué triste historia Chelo, pero lo lamentable es que se trata de una realidad.
ResponderEliminarA veces nos afanamos por conseguir dinero cuando lo más importante de la vida es totalmente gratis.
Un beso.
Conocía la historia, y la verdad es que antes no podían dedicarle mucho tiempo a los hijos y hoy hay demasiadas distracciones. "Los niños atan y no te dejan en paz"
ResponderEliminarEso dicen algunos padres. Pero creo que los hijos es lo que necesitan. Atención y cariño,
que les presten atención y que valoren lo que hacen. Y se puede.
Bss y un buen post para reflexionar sobre lo que verdaderamente importa.
Bss
Ojalá un sacudón así lo haga cambiar. Trabajar es importante pero tampoco lo es todo.
ResponderEliminarPD: en el Perú, el Día del Padre es el tercer domingo de junio.
Lamentablemente esta historia es muy común en esta época. No sólo trabaja el padre sino también la madre y cuando éstos llegan a su casa cansados no tienen ganas de ocuparse de sus hijos. Esta situación la vemos muy a menudo los docentes, padres que no acuden a la escuela cuando son citados, mamás que mandan a sus hijos sin desayunar o almorzar, padres que no revisan las tarea, etc, etc. Sé que es necesario trabajar para mantener el hogar pero al tener hijos hay que comprometerse a cumplir con las obligaciones de la casa también.
ResponderEliminarSaludos desde mi blog de NUTRICIÓN
http://siempreseraprimavera.blogspot.com/
Lindo. Muy lindo. Que pena que las necesidades, o la avaricia, nos llegue a separar de lo que más queremos. Ángel
ResponderEliminarChelo,tu post ya lo conocía,pero es bueno tenerlo muy en cuenta...Hoy los padres se afanan por tener,olvidan el SER...que conlleva los preciados valores y sobre todo el amor y entrega a sus hijos...Los niños necesitan el cariño,que los completa como personas,ellos lo requieren,porque si no lo tienen serán unas personas frustradas y llenas de carencias...
ResponderEliminarEs hora de que paremos el tiempo,no nos engañemos,el tiempo se va deprisa porque no paramos un momento...El tiempo somos nosotros mismos y hemos de darle sentido y eternidad...
Mi gratitud por compartir y mi abrazo inmenso por tu cercanía y buen hacer,amiga.
M.Jesús
Es una bella historia, que debiera ser de amor, entre padre e hijo, en el día del primero, que a veces transformamos en algo intranscendente, rompiendo el lazo de unión que siempre debe existir entre ambos. Nos detenemos en el materialismo y somos incapaces de ahondar más profundo. Felicidades y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarChelo, es un cuento muy cruel. No todos los padres disponen del tiempo necesario para los hijos. Por eso el oficio del padre daría más pistas. Conozco padres que salen a las 5 de la madrugada y regresan de noche. Pero sí, en un contexto de padres "de éxito" si tiene cabida el cuento. En fin, nada es general.
ResponderEliminarCon demasiada frecuencia nos ocupamos de mil cosas vanas y dejamos de atender lo fundamental de la vida. Es imprescindible el trabajo, también tener un rato de asueto, pero la responsabilidad de padres conlleva ciertas entregas que no podemos dejar de atender; sin darnos cuenta ellos crecen y se nos han esfumado como el agua entre las manos.
ResponderEliminarUna entrada muy oportuna para el día de hoy. Un fuerte abrazo y mi cariño.
Supongo que el papa le explico que aunque no estuviera con el en realidad si lo estaba porque seguro que el mayor porcentaje de los cien pesos era par darle de comer, comprarle ropa, pagar sus materiales del cole...
ResponderEliminarYa se que esto resulta muy poco idílico pero es lo que mas se ajusta a la realidad.
Hola Chelo!!! Cosas de niños... aunque muchas veces nos abren los ojos ante cosas tan evidentes!!!! Son tan sinceros, tan de verdad...hay ocasiones que son puñeteros y nos meten en apuros... pero esa ignorancia les hace ser transparentes, así deberíamos ser todos, mejor nos iría. Besos extremeños.
ResponderEliminarCuanto vale el tiempo no llenado,
ResponderEliminaramargas monedas de soledad,
que no lograron,
retener las horas del vacío.
Cuanto vale el tiempo desgastado,
en dejarse la vida en el camino,
no lo sé, hijo mío, es un regalo,
lo mismo que tus ojos de cariño.
saludos Chelo.
Ese tiempo es muy preciado, cada minuto que se va ya no vuelve, pero cuando los hijos crecen nos lo devuelven con creces. El tiempo "perdido" con los hijos nos lo devuelven con intereses cuando nosotros necesitamos que ellos "pierdan" su tiempo con nosotros.
ResponderEliminarYa conocía la historia, pero para que no me quede cargo de conciencia, creo que es mejor la calidad que la cantidad.
ResponderEliminarSaludos.
Esta historia me hace recordar que ha llegado el tiempo de hablar con una amiga a la que tengo abandonada hace unos dias.
ResponderEliminarUn beso y un fuerte y calido abrazo
¡¡Qué pena CHELO!! vaya pena...
ResponderEliminarMe ocurre a mi tu historia y me pongo a llorar como una loca...
Pobrecitos algunos niños, es cierto... pobrecitos, que a sus padres no les queda ni tiempo para ellos... ¿cuanto vale un hijo? todo, lo valen todo.
Un beso inmeeeeenso, aunque no tengamos Skipie, sabes que te aprecio mucho cielo, todo llegará tranqui:-)
Chelo preciosa,un post muy emotivo y nos has recordado el valor del tiempo y creo que a veces no son las horas que valen si no la calidad de cariño que damos.
ResponderEliminarUn besote enorme mi linda amoiga.
Es cierto eso que suele decirse, "calidad es mejor que cantidad". Pero suele pasar que no haya ninguna de las dos, en esta época sobre todo se trabaja para una mejor calidad de vida y no se mira la calidad de tiempo padre-madre, ni la cantidad de tiempo con que se llena la vida de los niños de actividades.
ResponderEliminarParece más importante, mantenerlos ocupados, cansarlos, para que no joroben de noche y se duerman rápido.
Me pregunto: ¿Algún día aprenderemos a hacer lo que debemos cuando se nos regala lo que queremos?
Besos Chelo... Sí, volví! Espero poder estar como antes...
A veces pasas mucho tiempo con tus hijos, intentas instruirlos en el difícil arte de vivir viviendo y respetando, le muestras un cariño infinito... y aún así la rebeldía viene de la mano de los catorce años. Perdona, Chelo, es que hoy estoy con la realidad estampada en la frente. Se ve que mi nube se ha disuelto por unos días.
ResponderEliminarAún así... seguiremos en la tarea de ser buenos padres... de adolescentes!!!
Besos, cariño.
Llevas razón Merche, la adolescencia es una época dificil y que hay que pasar, espero no le dure demasiado.
EliminarYa verás como cuando se hagan mayores todo el tiempo invertidos en ellos dará su fruto. Un abrazo
Y pasa la vida y, a ratos, olvidamos lo más importante pero podemos recordarlo, con pequeñas grandes historias como ésta. Un abrazo grande, Chelo.
ResponderEliminarDolor punzante; eso es lo que transmite la historia. La sensibilidad de los niños no es captada por los mayores, a veces.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho lo que nos has enseñado.
Un abrazop
Una buena lección. De ahí el que manifieste siempre que , no se debe de ser padre el día del padre, un padre lo es siempre.
ResponderEliminarUn besito
HERMOSO MENSAJE NOS DEJAS PERO CIERTA TRISTEZA TAMBIÉN, A VECES LOS PADRES AGOBIADOS POR LA RUTINA DIARIA, NO REPARAR EN SUS HIJOS, EN SUS NECESIDADES. ELLOS LOS NECESITAN MUCHO.
ResponderEliminarUN ABRAZO QUERIDA CHELO
Cuando se esta en la rutina y preocupaciones del trabajo olvidamos lo mas esencial. Tiempo para los hijos. Esperemos que ese padre entendiera el mensaje que le dio el niño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito relato que recuerda cuanta necesidad de amor y atención sufren muchos niños de hoy.
ResponderEliminarUn abrazo Chelo.
Un relato para no olvidar. Triste y muy cierto a la vez en éstos días. Vamos ciegos contra el reloj. Nos llenamos de trabajos y no contentos, ocupamos nuestro poco tiempo disponible (que en realidad debería estar ocupado con nuestros hijos), en rellenar los huecos con mil y una actividad...
ResponderEliminarPara finalmente encontrarnos con aquellos a quienes deberíamos haber escuchado y hablado, acariciado y besado, mimado y educado, nos dá lecciones pegándonoslas en la frente a mamporros latentes.
Triste, si. Para no olvidar y sobre todo, para tratar de enmendar.
Besos guapa.
PD
¿ni te había leído? ainssss! cuánto atraso tengo!!
¿Cuantos de estos papás emplean un rato para hojear cuadernos de sus hijos?, ¿Cuántos se percatan de sus problemas particulares en el diario quehacer y se preguntan cómo pueden ayudar a resolverlos?. Eso se nota a diario en las aulas. Con su falta de amor y carencia de valores, provocan más problemas de los que uno ni se imagina y esto afecta mucho al niño y al joven, ya que disminuye su desarrollo cognitivo, social, e incluso sentimental.
ResponderEliminarUn abrazo Chelo.