Páginas

lunes, 28 de enero de 2013

El cero Rey






El cero, harto de no ser nada, decidió buscarse la vida fuera del Sistema Métrico Decimal.

- Al otro lado del Sistema Métrico Decimal no hay nada  - le dijeron los números pares y los impares y también los idiotas, pues sabían que sin el cero todo el sistema se vendría abajo.

- Pues ése es mi sitio  –respondió él -, ya que yo no soy nada.

- Sí eres, sí eres  - le dijeron.

- No soy, no soy – respondió él -. Dos días son dos días, y siete semanas son siete semanas, pero cero meses no es ningún mes.

- Ponte a mi lado y seremos un 40  – dijo el 4.

- Quiero ser algo por mí mismo, sin ayuda de nadie  – respondió.

Atravesó, pues, el Sistema Métrico Decimal y llegó a un lugar raro, donde las cosas no eran nada. Ni las calles eran calles, ni los semáforos, ni los árboles. “Éste es mi sitio, puesto que soy un número que no es un número.”
Entró sigilosamente en una casa y vió un padre que no era un padre, una madre que no era una madre, unos hijos que no eran unos hijos, y un canario que no era un canario.
Estuvo todo el día observando, escondido tras un sofá que no era un sofá, a aquella familia que no era una familia.  Al atardecer salió a la calle que no era una calle, feliz de haber encontrado para vivir, un lugar que no era un lugar.
Pero apenas había recorrido dos manzanas, cuando fue detenido por dos policías que no eran policías.

- Usted no puede permanecer aquí  – le dijeron-, Para estar aquí es preciso no ser nada.
- Es que yo soy un cero  – dijo el cero.

- Un cero es un cero  – le contestaron.

- Un cero  – dijo él - es un número que no es un número. ¿Cuántos días son cero días? ¿Cuántas semanas son cero semanas? ¿Cuántos meses son cero meses?

Los policías que no eran policías se miraron sin saber qué contestar.

- ¿Qué diferencia hay entre un cero y nada?  – insistió el cero.

El asunto fue llevado ante unos licenciados en nada, que era la profesión más extendida en aquel sitio. Tras darle muchas vueltas al asunto, estos expertos decidieron que no era lo mismo nada que cero.
El cero fue devuelto violentamente al Sistema Métrico Decimal, donde fue recibido con todos los honores por el resto de los números, que no podían vivir sin él.
Y para que no volviera a irse, lo nombraron el Rey del Sistema Métrico Decimal, y él aceptó, y desde entonces reina sin comprender por qué es preciso ser nada para serlo todo.


Autores : Juan José Millás y Antonio Fraguas  "Forges"

49 comentarios:

  1. Es un cuentito genial que alguien me enseñó no hace tanto.
    Y desde luego,cuánta falta nos hace a veces sentirnos nada,para apreciar lo que somos...
    Me encanta.
    Gracias por el zarandeo :)
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Es genial, Chelo. Me ha encantado. Me lo apunto para usarlo. Besos y abrazos.

    ResponderEliminar
  3. El cuento tiene una lógica aplastante. Hartos estamos de oir "es como un cero a la izquierda"
    Me quedo con esta frase..."Es preciso ser nada para serlo todo"
    Me ha encantado Chelo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Maravilloso! Aún no me he hecho con este libro del que recuerdo que ya nos hablaste en una ocasión.
    Abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Y cuanto menos e crees , como el cero más eres.
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Una entrada puy didáctica y pedagógica que me deja pensativa... Besos mil (con sus tres ceros correspondientes que si no sólo te mando uno).

    ResponderEliminar
  7. A ese artículo o narración y conociendo a sus autores se le puede dar la vuelta perfectamente y lo que aparentemente es un cuento de no números, se convierte en un debate de carácter social.

    Un abrazo. No lo conocía

    ResponderEliminar
  8. EL CERO

    No te vayas rodando y sin sentido,
    diciendo que eres nada, amigo cero,
    estando a mi derecha, y soy sincero,
    multiplicas por diez todo el sentido.

    Es cierto, amigo cuatro, bienvenido,
    que es tu nuevo concepto verdadero,
    si tú me das la diestra con esmero,
    yo me siento, además, agradecido.

    Cuando estoy a tu izquierda, simplemente,
    entonces soy el cero y es bien cierto,
    que sigues siendo un cuatro, solamente,

    estando a mi derecha en el concierto,
    por eso tengo que irme raudamente,
    no puedo ser dos cosas, te lo advierto.

    O.Z.M.


    Nota.- Magnífico, Chelo, tu Pasatiempo de hoy. Felicidades. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Olegario tu soneto engrandece la entrada y la completa. Muchas gracias por regalármelo.
      Un abrazo

      Eliminar
  9. Tengo complejo de cero: me siento nada cuando la dama del sombrerito pasa de largo y no se detiene en el umbral de mi casa. Quiero formar parte de tu sistema.
    Besos

    ResponderEliminar
  10. Estupenda entrada.
    No tengo aún ese libro y tengo que buscarlo. Vale la pena.
    Gracias por compartir pasatiempos que nos obligan a reflexionar, como éste.
    Un abrazo, Chelo.

    ResponderEliminar
  11. Buena fue la lección que aprendió el inconforme cero.

    ResponderEliminar
  12. Me encanta, aunque no podía ser menos viniendo de mi admirado Millás.
    Un cuento con moraleja es lo más didáctico para enseñar a un niño.

    Un beso Chelo.

    ResponderEliminar
  13. Es cierto; en ocasiones se piensa que uno no es Nada, cuando para los demás es Todo y sin él no se podría imaginar el Mundo.
    Preciosa Lección.
    Un abrazo y besos.

    ResponderEliminar
  14. El cero es lo mismo que somos los ciudadanos: podemos considerarnos que nos somos nada, y podemos -y debemos- considerar que somos el Rey de la Democracia. Todo es según lo miremos.
    Un saludo a todos, Ángel

    ResponderEliminar
  15. Genial, pero claro... con esos autores.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Podrían hacerse mil lecturas de este cuento genial CHELO, desde que los "nadie" son esenciales para la pervivencia de los "alguien" a que solo comprende su verdadero valor "un nadie" cuando ve que hay siempre nadies muchísimo más nadie que él, a que jajaja mucho nadie unidos pueden contra un alguien solitario ( lástima que no lo sepan) y noo sigo porque te estropeo la esencia de esta preciosidad que nos has regalado :-)

    Además que poquito informado está este cero... millones de personas son felices acumulando ceros en sus cuentas :-)



    Muaaaaaaakss bonita, feliz semana llena de... lo que desees ;))

    ResponderEliminar
  17. Redondo soy,
    y es cosa anunciada
    que poniéndome a la derecha
    mucho valgo,
    pero al ponerme a la izquierda,
    mi valor es nada.

    Señora de los números...
    cuánto aprendemos con usted, bien entre versos que nacen de ése ábaco de colores que guarda en su alma, o bien a través de las historias que sobre ellos nos quiere enseñar...

    Mientras nosotros la leemos y nos quedamos absortos con tanta claridad, cuando al abrir nuestros ojos nos muestra que los números no son el coco malo que nos viene a asustar, son números que suman o restan, multiplican o dividen, así, sin más.

    No necesita usted mucha ayuda, aunque hoy, estos señores que a tantos nos gusta leer y de ellos aprender, hayan ayudado a entender que incluso el cero, cuando se une a otros, juntos, son más...Y que la diversidad, nos ayuda a crecer.

    Un cuento que tiene más de una lectura, amiga Chelo. Porque cada día comprendo mejor, que a igual que a los matemáticos les gustan las letras, a las personas de letras, les encanta jugar con números y descubrir todo lo que ellos, nos pueden enseñar.

    Besos guapa!


    ResponderEliminar
  18. Ufff! Si serán importantes que por aquí cada vez que se le saca un cero a la moneda nos preocupamos mucho.Algunos deben pensar, como en el cuento, que no sirven para nada y muy sueltos los van sacando.
    Besoss

    ResponderEliminar
  19. Excelente, Chelo. Me has recordado los versos de Cayetano Fernández:

    Graves autores contaron
    que en el país de los Ceros
    el Uno y el Dos entraron;
    y, desde luego, trataron
    de medrar y hacer dineros.

    Pronto el Uno hizo cosecha,
    pues a los Ceros honraba
    con amistad muy estrecha,
    y dándoles la derecha,
    así el valor aumentaba.

    Pero el Dos tiene otra cuerda,
    ¡todo es orgullo maldito!
    Y con táctica tan lerda,
    los ceros pone a la izquierda,
    y así no medraba un pito.

    En suma, el humilde Uno
    llegó a hacerse millonario,
    mientras el Dos importuno
    por su orgullo cual ninguno
    no pasó de un perdulario.

    Luego ved con maravilla
    en esta fábula ascética,
    que el más baja más brilla,
    y el que se exalta se humilla
    hasta en la misma Aritmética.

    Un saludo desde mi mejana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu aportación pero es poema esta publicado en el blog en esta entrada
      El cero, el uno y el dos

      Un abrazo

      Eliminar
    2. Tienes toda la razón, Chelo. No me acordaba de que habías sido tú precisamente quien me lo había facilitado a través de esa entrada. Como llevaba tiempo tras él me lo anoté y lo recordé sin apercibirme de ese detalle. Te ruego disculpas. Un fuerte abrazo

      Eliminar
  20. Meha fgustado el texto, pues son muchas las reflexiones que incita su lectura.
    Saludos

    ResponderEliminar
  21. Genial como todo lo lo de Forges aunque sin excluir a Millán. Ya sabes eso de ser un cero a la izquierda . No será nada pero vale un montón.
    Bss

    ResponderEliminar
  22. jeje, Chelo, cómo te habrás divertido al escribir esta fábula numérica. (Acabo de ver que es de Millás) anda que ya me vale. Pues eso que Forges y Millás, sin ti no son nada.

    ResponderEliminar
  23. jeje es una historia muy bonita, pero creo que no entiendo la moraleja (si es que la hay)

    besos,

    ResponderEliminar
  24. Un cuento muy original y con una gran enseñanza de fondo, me ha gustado muchísimo.Besotes

    ResponderEliminar
  25. Chelo una historia interesante y con un gran mensaje de saber aceptarse cada uno como es.
    Muchas veces pensamos que somos un cero a la izquierda y despues resulta que podemos ser imprescindibles.¿Gracioso, verdad?
    Un fuerte abrazo y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  26. Hola Chelo,

    Que estupendo relato. Es un bonito cuento para niños con esa magia especial.

    El cero es la base esencial de todo el sistema métrico, además en informática cero y vacio son dos conceptos distintos.

    No es lo mismo
    a) que un usuario te haya informado un importe de 0 € ,
    b) que un usuario no te haya informado el importe (vacio).

    En el primer caso la acción el dato es informado pero con un valor (el cero).
    En el segundo caso no existe la acción por omisión, por lo que no se puede realizar cálculo alguno.

    Bueno, menudo rollo, pero solo lo he soltado para ver realmente que 0 <> nada. Y de la importancia del cero. Prefiero ser cero que ser nada.

    ;->

    Un abrazo Chelo.

    ResponderEliminar
  27. Con los romanos no habría habido ese problema, pero llegaron los árabes con el cero rodando
    Abrazos saltarines

    ResponderEliminar
  28. ¡Vaya, vaya! pues si que tiene historia el numero cero. Yo lo único que sabía era que el cero no es lo mismo a la izquierda que a la derecha, de alli su importancia ¿no?

    Un fuerte y calido abrazo

    ResponderEliminar
  29. Pues magistral, Chelo....original y muy ameno. Muchas gracias por tu aviso. Ya le he pedido disculpas a Nerím. Un beso grande. Si me envías tu dirección por correo, te enviaré un libro. Gracias, amiga.

    ResponderEliminar
  30. En esta vida, lo más importante, es estar convencidos de nuestro potencial de valía.
    El cero tiene muchísimo potencial ¡qué harían algunos sin esos ceros a la derecha de esas cifras inocentes!
    Cariños.
    Kasioles

    ResponderEliminar
  31. Al leer esta curiosa y entretenida entrada, me viene a la memoria el gran escritor irlandés Oscar Wilde que acuñó la siguiente frase, "Un cínico es una persona que sabe el precio de todo, y no conoce el valor de nada".
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  32. ¡Buenísimo Chelo! Te deja pensando...
    Besos...

    ResponderEliminar
  33. Un relato muy lindo y entretenido Chelo; sabes despertar curiosidad y así llegué a tu interesante blog.
    En mi última entrada hablo de como llegué a conocerlo.
    Un beso

    ResponderEliminar
  34. Buenísimo!
    Esta historia se la voy a contar a mi cuadrilla galáctica, ya lo creo!

    Gracias por esta sonrisa que me has provocado y por hacerme ver al cero, perdón, al rey don Cero, de otra forma.

    Besotes dentro del sistema métrico decimal, faltaría plus!
    ;)

    ResponderEliminar
  35. Chelo.... " El cero Rey "

    A pesar de no ser nada el cero a ocupado
    un lugar en tu blog... y me ha llevado
    como a muchos a escribir sore el ..
    El cero no es nada pero cuànto valor
    agrega al ponerse unos al ladito del otro
    en una cifra hummm jajjaja

    ¡¡¡¡ Buenìsimo """

    un beso desde Argentina

    ResponderEliminar
  36. Me ha gustado la historia del cero. Él cero se quería poco y tuvieron que hacerle ver que también era necesario. Como decía el 4, que seria de los demás números sin el 0.
    Un abrazo Chelo.

    ResponderEliminar
  37. Buenisimo cuento, me hace recordar cuando aqui en Mexico le quitaron tres 000 al peso, te imaginaras como nos fue, de 1000 pesos nos quedo 1. ¡ Mas que importante el cero !. Besos

    ResponderEliminar
  38. como dice Martha en mi país el cero es rey, ya llevamos muuuuchos ceros decomisados a la economía, saludos

    ResponderEliminar
  39. Es precioso, preciosos, de los que no se olvidan. Gracias Chelo.

    ResponderEliminar
  40. Chelo,la simplicidad y humildad del cero multiplica la sabiduría...Todos necesitamos esa simplicidad y humildad para ganar números en grandeza espiritual...Muy bueno,me ha encantado,amiga.

    Mi felicitación y mi abrazo inmenso.
    Feliz jueves,CHELO.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
  41. Me ha gustado el relato que has compartido, Chelo, de Forges, no lo conocía.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  42. Me gusto la historia del cero, y me hiciste pensar, el cero solo no es nada pero unido puede ser mucho, igual que una persona sola tampoco es nada, unida puede ser mucho, ¿verdad? creo que me explique, una persona sola en el mundo que sentido tiene, ninguno. un abrazo

    ResponderEliminar
  43. Maravilloso relato, sobre todo ingenioso y con bastantes aspectos para la reflexión. Hay muchos ceros, esos personajes (sin especificar) que lo "son todo sin ser nada", y esas otras personas, aparentemente insignificantes, cuya aportación resulta imprescindible para que los demás adquieran valor como conjunto.

    Me encanta tu pasión por las matemáticas y los números, y los aportes que nos haces de esta materia en tus posts.

    Un fuerte y cariñoso abrazo.

    ResponderEliminar
  44. Después de 'La soledad de los números primos' y tras mis muy admirados J.J.Millás y Forges, casi casi que imaginaré la posiblidad de mutarme a número áureo.
    Todo, menos quedarse 'uno-no cero' anclado por siempre en la mediocridad.

    Tu relato, sencillamente rebosa ingenio y encierra múltiples lecturas.
    ¡Felicidades por él!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  45. Claro, el cero a solas dice… nada, pero cuando se une a un número se hace infinito.
    Eso pasa con todo, una persona puede decir, pero su palabra en un gentío no se oye, pero si se une a ese gentío la voz se multiplica y se escucha.
    Muy buena tu entrada, mi admiración por ver como manejas los números, cosa muy oportuna en estos tiempos. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Gracias por pasar tu tiempo conmigo.